14-Noviembre-2011
Bibliografía: Harrison. Manual de Medicina. 15ª ed.. Madrid: Mc Graw Hill; 2002.
La elección de este libro, en concreto del capítulo “Enfermedades infecciosas”, se debe a que enfoca de manera muy completa y dejando bien clara la diferencia entre infección por VIH y padecer el SIDA. En este breve resumen he incluido el concepto, causas y manifestaciones en las distintas etapas empezando por una infección inicial, posteriormente una infección crónica asintomática hasta la manifestación de una enfermedad avanzada que se caracteriza por el desarrollo de enfermedades bacterianas como la tuberculosis, entre otras. Además el libro incluye el tratamiento, la prevención, VIH y personal sanitario...
CONCEPTO: la definición de SIDA se basa en diversos trastornos asociados a la infección por VIH y en los recuentos de linfocitos T CD4+. Se debe considerar la infección por VIH como una variedad de trastornos que abarca desde la infección primaria con el síndrome de VIH agudo, pasando por el estado de infección asintomática hasta la enfermedad avanzada.
ETIOLOGÍA: la causa del SIDA es la infección por los retrovirus humanos VIH-1 y VIH-2. Estos virus se transmiten por contacto sexual, por contacto con sangre, hemoderivados u otros líquidos corporales, por transmisión materna intraparto o perinatal y por la leche materna.
FISIOPATOLOGÍA E INMUNOPATOGENIA Y MANIFESTACIONES: el sello de la infección por VIH es una profunda inmunodeficiencia cuantitativa y cualitativa de una subpoblación de linfocitos T que reciben el nombre de linfocitos T colaborados o inductores. Este subgrupo de células T se define fenotípicamente por la expresión sobre la superficie celular de la molécula CD4 que actúa como receptor celular primario de VIH.
Infección primaria: después de la transmisión inicial, el virus infecta las células CD4+, probablemente linfocitos T, monocitos o células dendríticas derivadas de la médula ósea. Tanto durante esta fase inicial como posteriormente el sistema linfoide es el principal sitio de establecimiento y propagación del VIH. Inicialmente, la estructura de los ganglios linfáticos está conservada, pero al final se produce una distorsión completa que disminuye la eficacia del ganglio para atrapar viriones. La mayoría de los pacientes sufre una fase virémica durante la infección primaria, que en algunos casos se asocia al “síndrome retroviral agudo”. Esta fase es importante para la diseminación del virus a órganos linfoides y a otros órganos del todo el cuerpo.
Establecimiento de una infección crónica y persistente: a pesar de la enérgica respuesta inmunitaria que se produce después de la infección primaria, el virus no es eliminado del organismo. Por el contrario se desarrolla una infección crónica que persiste con un promedio de 10 años antes de que el paciente desarrolle enfermedad clínicamente manifiesta. Durante este período de latencia clínica, disminuye progresivamente el número de células T CD4+, pero existen pocos o ningún signo clínico.
Enfermedad por VIH avanzada: después de un tiempo el recuento de células T CD4 + desciende por debajo de un nivel crítico (200 células/l) y los paciente se vuelven extremadamente propensos a enfermedades oportunistas desde infecciones diferentes del propio VIH hasta la lista encabezada por infecciones bacterianas.
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