domingo, 25 de septiembre de 2011

Bibliografía maria (19/09/11)

14-Septiembre-2011


Bibliografía: Lourdes Chocarro González, Carmen Venturini Medina. Procedimientos y cuidados en Enfermería Médico-Quirúrgica. Madrid: Elservier; 2006.

VALORACIÓN DE PACIENTES: VALORACIÓN DEL PACIENTE NEUROLÓGICO

La primera tarea realizada en la asignatura de Enfermería médico-quirúrgica 1 consiste en la búsqueda bibliográfica acerca de la valoración de pacientes. A pesar de que yo me he centrado en una valoración específica del paciente neurológico, me gustaría destacar la importancia que tiene esta primera etapa ya que ni el cuidado del paciente ni el diagnóstico enfermero puede realizarse sin antes haber realizado la valoración o recogida de datos” que permite avanzar en las siguientes fases del proceso de enfermería.
“La valoración neurológica” es un proceso complejo donde el orden sistemático y ordenado (desde la función cortical hasta la integridad de los nervios periféricos) es fundamental. La entrevista al paciente permite identificar problemas actuales y antecedentes personales y familiares. En la realización de la anamnesis neurológica cabe destacar que pueden presentarse problemas pues a veces el paciente no puede colaborar por su estado mental y el profesional sanitario debe solicitar la ayuda de familiares, amigos o personas que lo conozcan. El control de constantes vitales es imprescindible en la valoración neurológica (una alteración de la temperatura puede indicar lesiones en el hipotálamo y una alteración de la frecuencia respiratoria puede indicar lesión del sistema nervioso) al igual que la exploración física de la cabeza a los pies. Para una correcta valoración neurológica, se deben evaluar cinco partes: función cerebral (observar aspecto y conducta general, el habla y el lenguaje, el estado anímico y tono afectivo, capacidades cognoscitivas y nivel de conciencia), pares craneales (incluye además, la exploración de la función cerebelar para evaluar el equilibrio y la coordinación), función motora (valoración de los movimientos y la fuerza) , función sensorial (realizar pruebas para obtener información acerca de la presión, el dolor, las sensaciones de calor y frío, de vibración, la posición de las partes del cuerpo y la forma de los objetos) y los reflejos. En la valoración neurológica, la enfermera en muchas ocasiones debe realizar técnicas complementarias como realización de pruebas diagnósticas y proporcionar seguridad y cuidados precisos que el paciente requiera en cada exploración y técnica. Para finalizar, la educación del paciente y la prevención primaria, secundaria y terciaria ayudarán a evitar complicaciones y secuelas de la enfermedad y a que el paciente consiga un mayor grado de independencia para su integración social y laboral.



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