CIRUGÍA DIGESTIVA I
Bibliografía:
Arias J, Aller M.A, Arias J.I, Aldamendi I. Enfermería Médico – Quirúrgica. Vol 2.Madrid: Tébar, D.L; 2000
En este libro he encontrado información que me parece relevante al trabajo de campo elegido ya que trata de los tumores esofágicos y más concretamente me he centrado en los métodos de tratamiento potencialmente curativos.
Uno de los métodos es el tratamiento quirúrgico que en la actualidad es el tratamiento más confiable en los casos potencialmente curables, consiguiendo unos excelentes resultados en el cáncer esofágico precoz. El abordaje incluye una incisión abdominal y otra torácica o una vía combinada toracoabdominal, extirpando la porción de esófago afectado y los ganglios linfáticos regionales. Estas técnicas obligan a una línea de sutura anastomótica intratorácica entre el esófago y la plástia ascendida, lo que supone una alta mortalidad en caso de fuga anastomótica con la consiguiente mediastinitis. Además es frecuente la presencia de esofagitis por reflujo por encima de la anastomosis.
La terapia con láser y fotodinámica es otro de los tratamientos curativos del cáncer de esófago aplicado directamente sobre la masa tumoral a través de un endoscopio produciéndose radicales libres de oxígeno que destruyen el tejido tumoral y su vascularización. Y por último la radioterapia, que sola, no aporta beneficio en cuanto a la supervivencia. Se suele ofrecer radioterapia postoperatoria a pacientes con buen estado funcional que presenten múltiples ganglios linfáticos regionales positivos, invasión de los mismos, bordes de resección microscópicos positivos etc.
Las técnicas paliativas son de uso en pacientes en los que no es aplicable la paliación quirúrgica o quimio-radioterapia, se obtiene una mejora en la calidad de vida aliviando la disfagia. Dentro de las técnicas paliativas encontramos la dilatación que es un método guiado por alambre, la dilatación es sencilla y rápida aunque presenta un riesgo de perforación y suele requerir múltiples sesiones, las sondas-férula con endoprótesis rígidas de plástico o autoexpandibles de metal. Son eficaces en pacientes con fístulas traqueo-esofágicas, son más fáciles y seguras de colocar, logrando un mayor diámetro, la sonda BICAP que destruye el tejido tumoral por generación de calor. Se trata de una sonda-electrodo bipolar en forma de oliva en el extremo de un catéter. Es el dispositivo ideal para tumores infiltrantes largos, circunferenciales, y por último la braquioterapia mediante semillas radiactivas colocadas en un alambre guía que puede implantarse bajo control endoscópico o fluoroscópico.
MªISABEL PÉREZ MARTINEZ
10/10/2011
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